Foto de portada: Plaza principal en la ciudad de Marrakech, Jemaa el-Fnaa
El potencial de mercado de los seguros de vida y salud crece a buen ritmo en las áridas regiones de Medio Oriente y Norte de África (MENA), impulsado por un sólido crecimiento económico, mejores infraestructuras y una creciente clase media en países clave.
En la próxima edición de la feria Arab Health, que tendrá lugar en enero de 2025, el Dubai World Trade Center estará repleto una vez más. La mayor feria del sector sanitario de Oriente Medio siempre atrae a decenas de miles de visitantes de todo el mundo. En la última edición, unas 65.000 personas se acercaron para ver qué ofrecían alrededor de 3.500 expositores. Esto indica dos cosas: la creciente importancia de Dubái como sede de exposiciones y el auge del sector sanitario en toda la región de Medio Oriente y Norte de África (MENA). Pero también deja claro que hace tiempo que esta región no solo proporciona materias primas y bellas fotografías de viajes.
Varios países de la región MENA se caracterizan por su crecimiento económico constante y, con ello, una clase media en expansión. “Esta situación genera un potencial de mercado para las aseguradoras en esos países y, por lo tanto, oportunidades comerciales para las reaseguradoras”, afirma Nawal Himes, jefa de la unidad del mercado de seguros de vida y salud en Oriente Medio y Norte de África de Deutsche Rück.
En mayo de 2024, Deutsche Rück inició sus actividades de seguros de vida y salud en la región MENA, enfocándose en los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y, también, en el Magreb. Es un paso más en su estrategia de internacionalización y diversificación graduales. “El sector de los seguros de vida en la región MENA está preparado para seguir creciendo y queremos apoyar a nuestros socios”, afirma Himes, especialista en reaseguros nacida en Marruecos y asentada en Düsseldorf. Además de su conocimiento innato sobre las culturas árabes, Himes tiene 17 años de experiencia en reaseguros, tras trabajar en el mercado de Oriente Medio y África ocupando varios cargos de dirección sénior en la Société Centrale de Réassurance (SCR) de Casablanca.
No es la primera vez que Deutsche Rück opera en la región: durante un tiempo, desarrolló actividades de los ramos de seguros patrimoniales (P&C) en el Norte de África y Oriente Medio. Laurent Beauregard, de DR Swiss, responsable de seguros patrimoniales del grupo Deutsche Rück en Marruecos, Argelia y Túnez, está satisfecho con los resultados cosechados hasta ahora, incluso a pesar del devastador terremoto de 2023 en Marruecos.
Marruecos es el país con el mayor potencial de mercado de África septentrional. “Grandes acontecimientos como la Copa Mundial de la FIFA de 2030, que se celebrará en Marruecos, España y Portugal, están generando inversiones en su infraestructura. Por otra parte, varios proyectos a gran escala, como la construcción de diversos depósitos en la cordillera del Atlas y las inversiones en infraestructura ferroviaria y portuaria, están impulsando el desarrollo de la economía del país”, manifiesta Beauregard. Dicho potencial se refleja en el crecimiento económico: la tasa de crecimiento del PIB, que era del 1,3 % en 2022, ascendió al 3,0 % en 2023. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el crecimiento del PIB será similar en 2024 y 2025.
Esto genera claras oportunidades para las aseguradoras: “El mercado de los seguros marroquí ha logrado avances importantes en los últimos años en cuanto a crecimiento, experiencia con los clientes e innovación en productos y servicios”, afirma Himes. Los seguros de vida representan casi la mitad del total de pólizas. La legislación y las reformas venideras, diseñadas para regular el mercado, demuestran la ambición del sector de reforzar su estabilidad, competitividad y atractivo.
“Marruecos se ha convertido en un centro de negocios para el continente africano”, explica Claudia Schmidt, de la cámara alemana de comercio exterior (AHK) de Marruecos. No se requiere visado para viajar a la mayoría de los demás países africanos, y los acuerdos de libre comercio facilitan el movimiento de bienes y mercancías. Esto atrae al país a muchas empresas internacionales, que usan a Marruecos como trampolín para sus negocios en África. A consecuencia de ello, la cobertura de seguros que ofrecen los empleadores también está impulsando el mercado. Los beneficios más conocidos incluyen la cobertura en caso de enfermedad, que puede cubrir las consultas médicas, tratamientos, medicación o apoyo económico en caso de enfermedades graves o discapacidad. A pesar de que Marruecos ya dispone desde hace años de un seguro de salud estatal, la brecha de servicios entre la asistencia sanitaria pública y privada aún es muy amplia: “Las diferencias entre una clínica privada y una pública son considerablemente mayores en Marruecos que en Alemania”, destaca Schmidt, quien lleva seis años en el país.
Nawal Himes, jefa de la unidad del mercado de seguros de vida y salud en Oriente Medio y Norte de África de Deutsche Rück
No obstante, el especialista de DR Swiss Laurent Beauregard señala que, en Marruecos, muchos particulares carecen de recursos económicos para invertir en seguros que no sean obligatorios. Pero las aplicaciones de InsureTech están ganando cada vez más popularidad, lo que podría impulsar el mercado de los seguros de vida más allá de las coberturas obligatorias.
Las aplicaciones de InsureTech suelen resultar más cómodas e, idealmente, simplifican el proceso de suscripción, lo que en última instancia reduce el coste del seguro, incluso para los ciudadanos con un salario medio. Estas tecnologías ayudan a optimizar las operaciones reduciendo los costes y mejorando la eficiencia. No es de extrañar que la superintendencia de seguros y seguridad social (ACAPS) de Marruecos haya fundado un departamento dedicado a esa materia para priorizar la InsureTech entre sus objetivos estratégicos. “La mejora del nivel de vida de los marroquíes y la demanda de soluciones de ahorro y protección más atractivas son los principales motivos del crecimiento del mercado”, observa Himes.
Aunque el desarrollo de esta región sea considerablemente mayor que el del Magreb, los mercados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) también son interesantes para los sectores de vida y salud. Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se caracterizan por su estabilidad política y económica, sumada a un cierto glamour. “Los EAU son un faro de estabilidad en Oriente Medio, con una economía y un panorama político boyantes –afirma Markus Brandt, consultor sénior del consejo conjunto de Alemania y EAU de la cámara de industria y comercio (AHK) alemana–. El país ofrece grandes oportunidades para las empresas y los inversores que buscan un clima favorable para crecer.”
Entre las empresas representadas en los Emiratos de Abu Dabi, Ajmán, Dubái, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sharjah y Umm al-Qaywayn hay auténticos peces gordos, como las empresas del sector de la automoción, pero también prestadores de servicios y fabricantes. “Progresivamente, han ido incrementando su presencia en la región prestadores de servicios de diferentes zonas del mundo, con un aumento particular en el campo de la inteligencia artificial”, explica Brandt. Por citar un ejemplo, Microsoft invirtió 1.500 millones de USD en la empresa árabe de inteligencia artificial G42, con sede en Abu Dabi. Los acuerdos de esta envergadura, además de grandes proyectos de infraestructuras, hacen que los expertos en economía confíen más en los Emiratos. El FMI anticipa un crecimiento económico del 3,5 % en 2024.
Vista de la entrada al centro comercial Dubai Mall
Vista de la entrada al centro comercial Dubai Mall
Al igual que otros países de la región MENA, los EAU están buscando una estrategia económica de diversificación. En Dubái, lleva el nombre de Agenda Económica de Dubái D33. Los proyectos de infraestructuras incluyen el nuevo aeropuerto, proyectado para 260 millones de pasajeros al año en su última etapa de expansión, así como la red ferroviaria Etihad Rail, que actualmente abarca 900 kilómetros y conecta todos los emiratos. La línea ya está abierta para los trenes de carga, y los de pasajeros se habilitarán próximamente.
Los EAU, particularmente Dubái, llevan años atrayendo a expatriados, y cada vez son más los que se quedan por más tiempo. Como describen los expertos como Brandt, crecen las inversiones en bienes inmuebles de multitud de residentes extranjeros, quienes, a su vez, forman familia y contratan coberturas para asegurar su futuro financiero a largo plazo. Esta tendencia entre los expatriados refleja una mayor voluntad de echar raíces y crear una sensación de estabilidad y permanencia en los Emiratos Árabes Unidos. En breve, los EAU ya no serán una mera línea en su currículum: ahora, muchos los eligen para crear un hogar o como un destino donde quedarse toda la vida.
Todos estos factores positivos indican que el mercado de los seguros de vida y salud está creciendo en los EAU. Actualmente, es el mercado de seguros de vida más grande en la zona CCG, debido a una clase media relativamente amplia con alto poder adquisitivo, familiarizada con los productos de los seguros de vida, y un entorno regulatorio sólido. De acuerdo con Mordor Intelligence, el valor del mercado de seguros de salud y asistencia médica es de unos 10.500 millones de USD. Los analistas de Mordor Intelligence esperan un crecimiento de más del 12 % de aquí a 2029.
Ante tal crecimiento, del que van a beneficiarse las aseguradoras locales, pueden contar con los conocimientos especializados, la estabilidad y la fiabilidad de Deutsche Rück. Sus décadas de experiencia entablando relaciones estables y a largo plazo con sus clientes de Europa, basadas en la confianza, ahora se extiende a la región MENA, donde Deutsche Rück opera desde 2020. Himes confirma que “continuaremos por el mismo camino, enfocándonos en reforzar los vínculos con nuestros socios, estableciendo relaciones comerciales basadas en la confianza mutua a largo plazo.”
Los ciberseguros son la gran esperanza de crecimiento de las aseguradoras. Sin embargo, los riesgos se están desarrollando al mismo tiempo más rápido que en ningún otro sector. En el primer semestre de 2024, el número de pérdidas importantes del mundo digital se incrementó un 14 %. Así pues, para que los ciberseguros sean viables, la resiliencia de los clientes contra las amenazas cibernéticas debe mejorar continuamente.
Fue una señal de alarma en todo el mundo: en julio de 2024, se produjo un fallo masivo de los sistemas informáticos en los que se ejecutaba una aplicación de CrowdStrike, una empresa norteamericana especializada en seguridad informática. Una actualización defectuosa bloqueó unos 8,5 millones de ordenadores Windows de todo el mundo. Afortunadamente, las consecuencias no fueron tan graves, dado que la causa no era ningún ataque deliberado de ciberdelincuentes, sino un error de actualización que se pudo subsanar rápidamente. Pero el caso puso de relieve el enorme riesgo potencial que existe en un mundo cada vez más conectado en red. Y CrowdStrike mostró a las aseguradoras las dimensiones que puede alcanzar el riesgo acumulado cuando se producen apagones globales en la infraestructura digital.
Ahora, el sector de los seguros está extrayendo aprendizajes del caso CrowdStrike sobre la asegurabilidad de los riesgos cibernéticos. Para hacer frente a estos riesgos acumulados, es esencial fortalecer fundamentalmente la resiliencia de los clientes. El Dr. Oliver Lamberty, responsable del departamento del negocio facultativo de daños (responsabilidad civil, accidentes y automóviles) de Deutsche Rück, sugiere a las empresas adoptar nuevos métodos: “Valdría la pena plantear que las aseguradoras, junto con el sector, instalasen algún tipo de sistema de alerta precoz para evitar un ascenso acumulativo. Por ejemplo, como podría ocurrir al ir encendiendo los ordenadores de todo el mundo por fases escalonadas”.
A muchos expertos en seguridad también les preocupa el creciente uso de la inteligencia artificial por parte de los atacantes. La IA revoluciona la ciberdelincuencia y funciona como multiplicadora, según una reciente advertencia de las agencias de regulación de seguros estadounidenses. Al mismo tiempo, el uso de IA para prevenir los ataques y reforzar la ciberresiliencia también es cada vez más importante. Pero, a diferencia de los prestadores de servicios y las aseguradoras, los delincuentes no respetan normas éticas ni reglamentos de protección de datos. Por ese motivo, desde el punto de vista de las empresas de seguridad, en cuanto al uso de la IA, los delincuentes van entre dos y tres años por delante de los defensores. Sin una expansión radical de las estrategias de defensa sustentadas por la IA, los clientes y las aseguradoras contarán se encontrarán con una peligrosa desventaja respecto de la tecnología que emplean los ciberdelincuentes.
No solo cambian los métodos de ataque, sino también los objetivos: hace unos años se trataba, sobre todo, de ataques ransomware para bloquear empresas de informática; ahora, la principal causa de los ciberataques son infracciones de la protección de datos. En todo el mundo, en el primer semestre de 2024, dos tercios de todos los siniestros cibernéticos de envergadura se debieron a violaciones de la protección de datos. Si los datos personales, especialmente, caen en manos de ciberdelincuentes, puede generarse un volumen considerable de demandas de indemnización por daños y perjuicios, dado que la normativa de protección de datos es cada vez más estricta.
Para que la economía sea más resiliente a este respecto, las aseguradoras deben prestar aún más atención a que sus clientes gestionen los datos confidenciales de forma más segura. La regulación europea puede ayudar: la actual implementación del DORA (Reglamento sobre la resiliencia operativa digital del sector financiero) y de la directiva SRI 2 sobre seguridad informática en todos los mercados europeos debería aumentar significativamente la seguridad de las empresas al gestionar sus sistemas informáticos y sus datos. De acuerdo con los requisitos del ente regulador, ahora se implementarán minuciosas medidas como la creación de un registro de proveedores de servicios informáticos, lo que ofrecerá una perspectiva más certera de la exposición al riesgo.
En los últimos tiempos, muchas ciberaseguradoras se han fijado en las medianas empresas como clientes objetivo. Su cobertura de riesgos digitales todavía no está tan extendida como en las grandes empresas. Además, el riesgo se puede diversificar más si se abarca todo el mercado. Sin embargo, el riesgo acumulado (por ejemplo, el debido a la difusión de un mismo software) no es menor. Y la vulnerabilidad a los ciberataques es alta, porque precisamente muchas pequeñas empresas están sobrepasadas en el manejo de la ciberseguridad. “En la práctica, se suele observar que la situación de riesgo en el ámbito digital es en realidad considerablemente peor de lo que sugieren todos los estudios relacionados”, se lamenta Manuel Bach, jefe de la división de ciberseguridad de pequeñas y medianas empresas del ministerio federal alemán de seguridad informática (BSI). Uno de los motivos es que muchos responsables ni siquiera comprenden las preguntas técnicas más sencillas y, en las encuestas, se limitan a elegir las respuestas que parecen correctas.
“Para aumentar la resiliencia de las pequeñas y medianas empresas, deben hacer los deberes en cuanto a ciberseguridad para cumplir, al menos, los requisitos básicos”, agrega Lamberty. Debería ser relativamente sencillo si se colabora con las autoridades correspondientes: en Alemania, por ejemplo, con el BSI. Bach también insta a las aseguradoras a adoptar el estándar de seguridad informática DinSpec27076, desarrollado, entre otros, por el BSI, como requisito técnico fundamental de sus pólizas para clientes empresariales. Esto ahorraría mucho trabajo a todos los involucrados.
Dr. Oliver Lamberty, jefe del departamento del negocio facultativo de daños (responsabilidad civil, accidentes, automóviles) y de la administración
El cibermercado mantiene una posición de tensión entre las grandes perspectivas de crecimiento y las grandes amenazas de siniestros. Se prevé que las tasas de crecimiento de este ámbito se mantengan en dos dígitos en la mayoría de los mercados europeos. Actualmente, gracias al aumento de los requisitos de las aseguradoras respecto de la seguridad informática de sus clientes, la situación siniestral se ha relajado un poco pese al crecimiento de los ciberataques, y los resultados técnicos son buenos. Pero, para que esto no cambie, reforzar la resiliencia debe ser prioritario también en el futuro. De lo contrario, el prometedor ámbito de los ciberseguros podría convertirse en un peligroso generador de pérdidas para este sector.
La globalización, la conectividad tecnológica y el cambio climático están provocando, cada vez más, nuevos tipos de riesgos para los que hasta ahora no existían valores empíricos. Detectar a tiempo los efectos potenciales de esos riesgos es cada vez más necesario para el éxito de las aseguradoras.
La planta de Tesla de Grünheide, en el estado alemán de Brandemburgo, se detuvo durante casi una semana en marzo de 2024. El motivo fue un atentado que afectó a un poste eléctrico cercano a la fábrica: varios miles de vehículos deberían haber salido de la línea de producción en ese tiempo. No es la primera vez que se para esa planta. Los incidentes anteriores se debieron a diversas causas, entre las que de momento no hay ningún ciberataque. Pero, de haberlo, sus efectos también podrían ser devastadores. Si los robots controlados de manera centralizada se detienen a lo largo de toda la línea de producción, puede que haya que reinstalar desde cero el sistema de control de las máquinas, lo que podría requerir semanas.
Esto, que para cualquier empresario puede sonar a pesadilla, podría convertirse pronto en una amenaza diaria, ya que el aumento de la digitalización y la conectividad hace que la industria resulte cada vez más vulnerable. Cuanto mayor sea la interconexión entre las máquinas y los sistemas, mayor será el potencial de daños en caso de fallo. Y, donde hoy solo se estropean algunas máquinas, pronto podrían verse afectadas instalaciones enteras. Las pequeñas y medianas empresas también están reemplazando sus equipos, cada vez más, por máquinas autónomas, y al hacerlo están adoptando una tecnología vulnerable.
En la economía y otros ámbitos de la vida surgen constantemente nuevos peligros, cuyo potencial de riesgo y daños se desconoce debido a la falta de datos históricos. Esto hace que las consecuencias sean difíciles de estimar. Las aseguradoras se enfrentan, entonces, al desafío de identificar y evaluar lo antes posible esos riesgos emergentes. Solo así pueden evitar que los nuevos riesgos perjudiquen a la rentabilidad del negocio en determinados ramos de manera imprevista. Y solo así pueden asegurar a sus clientes a tiempo y con los productos adecuados contra los nuevos riesgos que van surgiendo.
Los riesgos emergentes son riesgos y oportunidades a la vez, explica Janine Rincke, suscriptora y científica de datos en el departamento del negocio facultativo de los seguros patrimoniales y gestión de seguros patrimoniales en Deutsche Rück: “La conectividad mundial, el avance tecnológico y los profundos cambios climáticos están incrementando el número de riesgos emergentes. Para poder ser competitivos, es crucial identificarlos lo antes posible y clasificarlos correctamente.“
Identificar los nuevos riesgos es una tarea ambiciosa, que Christian Rieck, profesor de finanzas y teoría económica en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt conoce bien, dado que ha estudiado situaciones de crisis en profundidad. “Muchos riesgos son de naturaleza sistémica. No afectan a un único sector, sino que influyen en varios actores, sectores o mercados simultáneamente. Si se modifica un componente del sistema, pueden producirse consecuencias inesperadas para otros componentes. Por eso es difícil acertar con las predicciones.”
Retomando el ejemplo del seguro de automoción, si en un atentado o un atropello se usan vehículos como armas de actos terroristas, surgen cuestiones especiales, tanto jurídicas como técnicas, relativas a los seguros: ¿quién responde por los daños ocasionados?, ¿qué derechos de indemnización por daños y perjuicios tienen las víctimas?, ¿en qué medida se podrían aplicar seguros adicionales de terrorismo?
En cuanto a los seguros de responsabilidad civil, las sustancias químicas permanentes, también conocidas como sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), se encuentran en una gran cantidad de productos, que se degradan muy lentamente o no llegan a degradarse. Se sospecha que ocasionan problemas significativos, medioambientales y de salud, algo que corroboran cada vez más estudios a largo plazo. Las consecuencias nocivas suelen observarse al cabo de varias décadas, lo que dificulta la evaluación de los riesgos y la predicción de los daños.
En relación con los seguros patrimoniales, está aumentando el riesgo de que las redes eléctricas y las plantas nucleares se paralicen por sabotajes o catástrofes naturales. El creciente potencial de daño ante esos sucesos requiere soluciones flexibles y cada vez más amplias.
Un equipo multidisciplinario de Deutsche Rück analiza los riesgos emergentes y sus repercusiones para los seguros de daños, responsabilidad civil y automóviles. Expertos de las áreas de gestión de riesgos y ramos colaboran estrechamente. Al tratarse de riesgos sin precedentes, no existen datos explícitos, por lo que los expertos recurren a otras fuentes de investigación. Su perspectiva es extremadamente amplia: el equipo observa continuamente medios económicos, publicaciones científicas e informes de organizaciones internacionales sobre temas como cambio climático, tecnología o geopolítica. Las redes sociales son otro recurso que no se debe subestimar. Además, el equipo intercambia opiniones con las aseguradoras primarias. “Recopilamos información de numerosas entidades de seguros públicas y privadas –explica Rincke–. Eso nos permite analizar con precisión las carteras de seguros actuales y evaluar la situación de los seguros en relación con los riesgos emergentes.”
Si el equipo determina que una cuestión tiene efectos potencialmente significativos en el sector de los seguros, la clasifica en función de dos parámetros: plazo e impacto. El plazo indica si el riesgo es inminente o si su efecto se observará en el futuro. El impacto representa un aumento de la frecuencia siniestral y de los daños por siniestro. Así, es posible categorizar los riesgos según su urgencia y gravedad. Un riesgo a corto plazo con gran impacto podría ocasionar pronto daños considerables; por ejemplo, una inundación repentina. “Por ejemplo, con el cambio climático, las inundaciones están aumentando significativamente, y no solo en zonas con riesgo de inundación –ilustra Rincke–. Ahí vemos una gran demanda de seguros, que se podría cubrir ampliando los seguros de hogar para que incluyeran los riesgos por daños de la naturaleza.” El objetivo del equipo consiste en reforzar el conocimiento de los riesgos por parte de las aseguradoras primarias y ayudarlas a optimizar la cobertura de sus productos de cara a los desafíos que están por venir.
Janine Rincke, suscriptora y científica de datos en el departamento del negocio facultativo de los seguros patrimoniales y gestión de seguros patrimoniales en Deutsche Rück
Resulta especialmente difícil identificar los riesgos que surgen gradualmente. “Pueden desarrollarse a lo largo de muchos años, presentar fluctuaciones significativas en cuanto a su gravedad e, incluso, desaparecer cada cierto tiempo”, afirma Christian Rieck. Deutsche Rück ha clasificado la obesidad como uno de esos riesgos. Para hacerlo, el equipo de trabajo analizó la evolución del índice de masa corporal (IMC) en las últimas décadas e investigó sobre las consecuencias de la obesidad. Y llegó a la conclusión de que la obesidad puede tener repercusiones en el ámbito de los seguros de responsabilidad civil de automóviles. Por lo general, la aseguradora del responsable del siniestro asume los gastos del tratamiento médico y el cuidado de la persona lesionada en el accidente. Si una persona con obesidad se ve involucrada en un accidente, los gastos sanitarios aumentan considerablemente, según explica Rincke, experta de Deutsche Rück. “La persona puede requerir una cama fabricada específicamente o dos enfermeros en vez de uno para sus cuidados”. El equipo analiza situaciones como esta y las mantiene en el radar de riesgos emergentes. Así, se realiza una revisión periódica de los nuevos riesgos para reclasificarlos si es necesario. Según evolucionen las condiciones subyacentes, los riesgos emergentes también pueden desaparecer por completo del radar.
Los ciberseguros son un ejemplo de cómo los riesgos que van surgiendo dan lugar a nuevas oportunidades de negocio. Hace unos veinte años, cuando aún era bajo el riesgo de ciberataques y problemas informáticos que fueran relevantes para el sistema, las aseguradoras primarias tramitaban los daños de este segmento a través de las pólizas tradicionales, como los seguros de responsabilidad civil o patrimonio. Pero, a medida que ha ido aumentando la complejidad de las amenazas digitales, han desarrollado productos cada vez más especializados. Actualmente, los ciberseguros son un ramo en sí mismo. “La ciberdelincuencia ya es un riesgo emergente muy consolidado, y la reacción del sector de los seguros ha sido muy amplia —agrega Rincke—. Con nuestro trabajo, queremos asegurarnos de que suceda lo mismo con futuros riesgos en el momento oportuno.”
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Publicado en diciembre de 2024
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